La inclusión de las tecnologías para el empoderamiento de las niñas bajo el contexto de la COVID-19
- CodeUP Universidad del Pacífico

- 11 oct 2020
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La magnitud de las brechas sociales en tiempo de la COVID-19 se han intensificado. Esta crisis nos está confrontando con diversas desigualdades que aún persisten en el mundo. Según los nuevos datos de ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), alrededor de 47 millones más de mujeres y niñas caerán por debajo de la línea de pobreza de los 96 millones de personas que la pandemia empujará a la pobreza extrema en el 2021. Por lo que se ensanchará la brecha de pobreza entre mujeres y hombres (ONU Mujeres & Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2020)(ONU Mujeres, 2020).
Por otro lado, la crisis de la COVID-19 ha puesto en manifiesto la importancia de las tecnologías y el acceso a ellas. Pese a los avances de difusión de la relevancia del uso de las tecnologías, la conectividad y el acceso, la crisis cierne una amenaza para las perspectivas de contraer la brecha digital(Gestión) (Agüero, Bustelo, & Viollaz, 2020). Uno de los impactos de la falta de las tecnologías en contextos como el que estamos presenciando recae sobre la educación, puesto que limita el potencial de la educación a distancia y la oportunidad de continuar desarrollando habilidades y adquiriendo conocimientos. Según el análisis sobre la desigualdad digital frente a la COVID-19 publicado en la revista ASIET, uno de los grupos con menos conectividad son los niños de 5 a 12, ya que alrededor de 36 millones de personas en edad escolar no tienen conexión a internet, de una muestra de 13 países de América Latina y el Caribe. Un ejemplo de esta brecha digital quedo evidente en los primeros días de la pandemia en la ciudad de México, y en muchos otros, al suspenderse las clases escolares, los niños no pudieron tener el mismo tipo de educación a distancia por la falta de aparatos electrónicos o por el tipo de aparato electrónico que disponían(Monserrat, Mariana, & Aileen, 2020).
Sí bien, la cantidad de personas que cuentan con un dispositivo móvil son mayores en comparación de años anteriores, existen una gran cantidad de personas, que se encuentran principalmente en comunidades vulnerables o en zonas rurales, que solo cuentan con dispositivos tecnológicos que cumplen funciones básicas; y muchos otros que no cuentan con ningún tipo de dispositivo tecnológico. Por ello, es importante mencionar que esta brecha existente, y actualmente agudizada, no viene solo por el nivel socioeconómico de la persona ni por la falta de políticas que permitan el acceso a las tecnologías, sino que se tratan de actitudes sociales profundamente arraigadas que discriminar a las mujeres de la utilización de las tecnologías. Se trata de las brechas de género, de la poca relevancia que se le da a las habilidades, conocimiento y empoderamiento de la mujer desde edades tempranas.(Agüero et al., 2020)(Gestión). Según Luis Fernando García, director de Red en defensa de los Derechos Digitales, no solo existe una brecha digital sino otras que impulsan negativamente a erradicar estas desigualdades “Hay muchas brechas y muchas razones por las cuales distintos grupos no participan en internet o no tienen internet”(Gestión).
Por antecedentes anteriormente mencionados, una estrategia de desarrollo para reducir estás brechas sociales, especialmente la brecha de género es priorizar la educación de las niñas y su empoderamiento; construir entornos de aprendizaje seguros e inclusivos para las niñas y mujeres jóvenes rompiendo estereotipos como la participación de las mujeres en el campo de las TIC. Además, a pesar de que en todo el mundo las jóvenes experimentan las desigualdades de acceso a la educación y el desarrollo de sus habilidades, especialmente en el entorno de las TIC, se están formando niñas empoderadas alrededor del mundo, lideres responsables que demuestran que sí es posible romper ciertos estereotipos de género que obstaculizan el desarrollo de sus aptitudes y las limitan a ser parte del cambio y un desarrollo sostenible. Con la ayuda de la tecnología y las herramientas digitales a su alcance, las aspiraciones son diversas(Deysi, 2019). Este es el caso de Umohoza Hurlarian, Nyaman Gai Gatluak y Mumina, 3 niñas con aspiraciones, ideas y experiencias diferentes, pero con un objetivo en común: Hacer que el aprendizaje sea más fácil para las niñas a través de herramientas tecnológicas que les permita compartir conocimientos y favorezcan el aprendizaje mutuo(ONU Mujeres, 2019).

A partir de los conocimientos adquiridos en el club de TIC de la escuela de enseñanza primaria Angelina Jolie de Kakuma, siendo este el único internado para niñas que existe en el campamento para personas refugiadas de Kakuma (situado en la región noroccidental de Kenya), estas 3 niñas han aprendido a diseñar sitios web, videojuegos y certificados utilizando HTML y Scratch(ONU Mujeres, 2019). Incluso, su pasión por la programación y las iniciativas que tienen de ser agentes de cambio las ha llevado a desarrollar un proyecto que beneficie a sus pares y a todo aquel que no tiene el privilegio de acceder a la educación.
Declaraciones:



En conclusión, las brechas sociales como la brecha digital están influenciada por otras como la desigualdad de género, como sugiere Deysi Rolon (2019). La brecha digital está influenciada por 3 grandes aspectos: la dificultad de disposición tecnológica; dificultad práctica de frecuente uso de la tecnología y la calidad de uso; y la brecha de apropiación transparente de su uso . Esta última hace referencia al manejo de las tecnologías sin excluir el género de la persona (Deysi, 2019).
Por último, en crisis como la que estamos viviendo, es aún más importante romper con estereotipos de género que nos limitan a seguir contribuyendo a desarrollar habilidades y conocimientos que permitan construir un mejor entorno. En lugar de ello, debemos permitir y apoyar iniciativas, indiferentemente del género y edad del agente de cambio debe ser una estrategia de desarrollo. Actualmente, existen herramientas tecnológicas que nos permiten desarrollar alternativas para solucionar problemas sociales. Estas tecnologías nos permiten abarcar temas con una visión holística e integrada, permitiéndonos llegar a más lugares y a más personas. Iniciativas de emprendimientos, como los anteriormente mencionados, son ejemplos de contribución social, creación y difusión de conocimientos a partir del uso adecuado de las tecnologías y la ruptura de estereotipos de género.
Anexo



Redactado por Annie Hurtado






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